Los cambios del contexto en 2018 nos traen varios desafíos y oportunidades para el 2019. Este año tuvimos la posesión del Presidente Duque y un redireccionamiento de las prioridades del Gobierno en la agenda nacional. Asimismo, observamos un incremento sustantivo en los flujos migratorios mixtos provenientes de Venezuela, mientras en algunas de las zonas históricamente más afectadas por el conflicto armado se ejercían esfuerzos para la implementación de los Acuerdos de Paz con las FARC-EP. En ese contexto, observamos en algunas regiones del país la continuidad de dinámicas de violencia con afectaciones a la población civil y el subsecuente deterioro de los indicadores humanitarios: el desplazamiento interno, restricciones a la movilidad, amenazas y asesinatos a líderes(as) y defensores(as) de derechos humanos, incidentes MAP/MUSE. Todos ellos alcanzaron niveles que no registrábamos desde hace algunos años. Además, la incertidumbre por los diálogos de paz con el Ejecito de Liberación Nacional aumenta el riesgo de estos desafíos.